El secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, ha indicado hoy que si la reforma laboral que apruebe el Gobierno "lesiona el derecho de los trabajadores y no actúa sobre los problemas centrales", tanto este sindicato como CCOO tienen el "mandato" para convocar una huelga general.

Ferrer, en declaraciones a Onda Cero, ha señalado que esa situación se puede dar si la reforma laboral no ataca el desempleo, ni da oportunidades, o tampoco reduce la temporalidad, y "a su vez abarata el despido".

A juicio de este sindicalista, hay una especie de "conjunción internacional" en la que confluyen el Fondo Monetario Internacional, la OCDE y la Unión Europea sobre la situación en España que "está dando aliento a las posiciones radicales de la patronal".

PROBLEMA DE DEMANDA Y LIQUIDEZ

Para Ferrer, desde fuera se habla de la situación como de un "problema del mercado de trabajo, de la regulación", cuando "todo el mundo ve que el problema es la demanda, la falta de liquidez de las empresas y la caída de la actividad".

No obstante, el sindicalista de UGT confía en que antes del próximo día 16 se produzca un proceso de "reflexión" que ayude a la negociación y se alcance un acuerdo sobre lo que el país necesita "realmente", que no es otra cosa que "dar oportunidad a las personas desempleadas y encontrar una fórmula de reducir la temporalidad en el empleo".

Ferrer ha mostrado su confianza en que antes del 16 de junio, "la próxima semana", el Gobierno presente unas propuestas concretas, anteriores al Consejo de Ministros que celebrará ese día, porque "es tiempo de negociación".

POSTURA DEBILITADORA

No obstante, ha añadido que son conscientes de que las posiciones que mantiene la patronal "debilitan" la regulación laboral, tanto en "la entrada como en la salida", a la vez que introduce "verdaderas dificultades para llegar a un acuerdo".