Los sindicatos de la Banca Nazionale de Lavoro (BNL) se manifestaron ayer a favor de la oferta pública de adquisición (OPA) anunciada por el BBVA sobre la entidad italiana de la que ya posee el 14,72% del capital. Los representantes de los trabajadores creen que después de los rumores sobre el destino de la BNL, la OPA "pone fin a la poco tranquilizadora situación de los últimos meses y supone un paso para la estabilidad en la propiedad del que la sociedad está necesitada".

Los representantes sindicales agregaron en una nota que después de las múltiples hipótesis que han aparecido en los periódicos en los últimos meses, la oferta del banco español es "si no la mejor, la menos peligrosa y la más aceptable".

La posición sindical difiere de la opinión vertida por el grupo de accionistas del denominado contrapacto de la BNL. Diversos socios de la entidad financiera italiana aseguraron que no les satisface la OPA lanzada por la entidad española y apuntaron que mantendrán iniciativas para hacerle frente. Uno de estos accionistas, Stefano Ricucci, con el 5%, ha mostrado además abiertamente su preferencia por una solución italiana para el capital del cuarto banco del país.

CRITICAS A LA GESTION En el contrapacto figuran empresarios como Francesco Gaetano Caltagirone y Stefano Ricucci quienes, por medio de una nota, critican que quieran hacerse con el poder en la BNL quienes "en los últimos tiempos la han gestionado con resultados no brillantes y que no han dado a los accionistas la satisfacción esperada".

En estos momentos, una solución italiana presenta dudas. La primera es qué alternativa defiende el gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, quien, hasta ahora, se ha opuesto a la entrada de la banca extranjera en el país. La presión ejercida desde la Unión Europea (UE) le ha dejado sin argumentos legales, pero no le ha hecho cambiar de opinión. La prensa afirma que Fazio estaría buscando un caballero blanco para que presente una contraopa, y mencionan a Unicredito, primer banco italiano por capitalización bursátil.

Ayer, Fazio se entrevistó con Caltagirone, el líder del contrapacto, en el Banco de Italia, aunque no trascendió el contenido del encuentro. Caltagirone contaba con el apoyo de la Banca Populare de Verona en su propósito de controlar la BNL.

SEGUIMIENTO DE LA UE La Comisión Europea sigue "de cerca" la OPA, pero por el momento no ha recibido notificación alguna de la operación, explicó el portavoz europeo de Competencia, Jonathan Todd. En todo caso, el Banco de Italia es quien debe aprobarla en el plazo de 30 días desde su presentación. Si se produce la fusión y si ésta tiene dimensión europea, en ese momento, por defecto, la Comisión debe examinarla por razones de competencia.