Aunque con cautela no exenta de escepticismo, los sindicatos CCOO y UGT y la patronal CEOE han recogido el guante lanzado por el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, para iniciar sin demora el diálogo sobre la negociación colectiva, lo que podría ocurrir formalmente la próxima semana.

El mensaje lanzado por Rubalcaba en el congreso del Instituto de Economía Familiar (IEF) ha dado la iniciativa al Gobierno y algo de velocidad a unos contactos que los agentes sociales llevaban a paso de tortuga. Sin embargo, el entusiasmo del Gobierno no se corresponde con la realidad de los agentes sociales.

Sindicatos y empresarios mantienen las posiciones enfrentadas que exhibieron la pasada primavera durante las negociaciones sobre la reforma laboral. Ahora, las divergencias se centran en la reforma de las pensiones y las condiciones de trabajo y salariales en las empresas.

CALENDARIO Tras cuatro meses intercambiándose misivas y condicionados por la convocatoria de huelga general, los sindicatos y la CEOE ya han delimitado las materias que deben centrar la negociación colectiva. "Estamos pendientes de establecer un calendario de reuniones", dijo ayer el secretario general de la organización empresarial, José María Lacasa, algo sorprendido por el apercibimiento del nuevo hombre fuerte del Ejecutivo. "La CEOE nunca se ha levantado de una mesa de negociación", replicó a Rubalcaba.

Los empresarios aseguran que la negociación colectiva es una "prioridad" para ellos, pero lo cierto es que hasta que no se ha puesto en marcha la maquinaria del relevo en la cúpula de la organización, no ha sido atendida la urgencia de los sindicatos.

Las centrales también replicaron a Rubalcaba. Toni Ferrer, secretario de acción sindical de UGT, le pidió que, antes de reclamar nada a los agentes sociales, el Gobierno "revise" sus propuestas sobre la reforma de las pensiones. El diálogo social está "directamente condicionado" por esta reforma, añadió.

SOSPECHA DE LAS CENTRALES Los sindicatos tienen la impresión de que la CEOE prefiere dilatar las conversaciones sobre la negociación colectiva para que finalmente el Gobierno se vea obligado a legislar si pasados seis meses desde la aprobación de la reforma laboral no hay acuerdo entre los agentes sociales.

La obligación de cumplir con este plazo provoca, según Ferrer, que la patronal no tenga prisa por alcanzar acuerdos, una crítica que Lacasa considera injusta porque, dijo, para CEOE la negociación colectiva es "vital" y "prioritaria".

La subida salarial media de los convenios negociados hasta septiembre --se han registrado 2.032-- es del 1,32%. Si el último dato interanual del IPC es del 2,1%, los sindicatos extraen la conclusión de que los trabajadores están perdiendo, de media, 0,78 puntos porcentuales de poder de compra.

Parte del éxito o fracaso del diálogo social dependerá de la capacidad de convicción y de influencia del nuevo ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, que tiene previsto convocar en breve la mesa del diálogo.