La reforma de la formación continua garantizará a las direcciones estatales de UGT, CCOO y CEOE la gestión de un porcentaje importante de los 611 millones de euros (101.000 millones de pesetas) previstos para subvencionar cursos de reciclaje de los trabajadores. La Forcem deja fuera de los contratos programa a las organizaciones autonómicas sindicales y patronales.

Pese a la oposición inicial, las cúpulas patronales y sindicales han apoyado el modelo diseñado por el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana.

DOS FORMACIONES

La nueva norma establece que los sindicatos y los empresarios podrán desarrollar dos tipos de formación: la intersectorial y la sectorial. Como explica uno de los responsables de la fundación que gestionaba hasta ahora los cursos, Gregorio Merchán, "al margen de las grandes empresas que tienen sus propios departamentos de formación, las pequeñas no tendrán más remedio que agruparse y acudir a organizaciones empresariales, sindicales o a sociedades especializadas que competirán entre ellas por ofrecer cursos".

La norma permite a las estructuras confederales de los sindicatos y la patronal ofrecer formación mediante contratos programa a nivel intersectorial. Las federaciones sectoriales de los sindicatos también podrán gestionar una parte de los cursos si así lo acuerdan en convenios estatales. El Inem firmará con esas organizaciones para desarrollar "acciones formativas de interés general para un sector".

LAS SUBVENCIONES

Por tanto, ni las organizaciones sindicales territoriales ni los gobiernos autonómicos podrán acceder a estas subvenciones, ya que los contratos programas han de afectar a más de una comunidad.

Las ejecutivas de CCOO y UGT justifican el respaldo a la reforma de la Forcem en que ha recogido "de manera significativa" sus planteamientos.