Más espacio, más silencio y "una clase más allá de la primera". Así describió ayer el consejero delegado de Singapore Airlines, Chew Choon Seng, las nuevas suites incluidas en este macroavión con el que van a "redefinir el lujo en el viaje aéreo", con cabinas individuales, con cama. El directivo asistió ayer en Toulouse, donde está la sede de Airbus, al acto de entrega de la primera de las 19 unidades del A-380 adquiridas por Singapore (el resto los recibirá entre el 2008 y el 2010), la primera compañía que realizará rutas regulares a partir del día 28.

Tres días antes, el día 25, se realizará un vuelo especial de Singapur a Sídney (Australia). El británico Julian Hayward ocupará el asiento 1-A tras pagar 73.000 euros por dos plazas de ida y vuelta subastadas a través del portal Ebay, con las que se recaudaron 1,3 millones que se destinan a fines benéficos.

El nuevo A-380, que Airbus entrega con 18 meses de retraso, supone la apuesta por una aeronave con capacidad para entre 500 y más de 800 pasajeros --según la configuración de clases-- y largas distancias entre grandes nudos aéreos. Singapore apuesta por 471 plazas, de las que 12 son suites. Un vuelo que saldrá el 1 de noviembre de Singapur y volverá el día 7 de Sídney se vendía ayer a 3.633 euros.

El gran rival de Airbus, la compañía estadounidense Boeing, apuesta con el 787 por los vuelos transcontinentales, pero con un avión con menor capacidad y la opción de unir aeropuertos menos congestionados.

Airbus, que tiene 189 pedidos de 16 clientes para el A-380, negó ayer la demora en la entrega del resto de A-380, pese a los problemas sufridos.