En estos momentos de recesión en las ventas en el sector de la automoción es cuando las marcas deben sacar a relucir sus mejores argumentos de venta. La seguridad está empezando a ser uno de ellos. Esta afirmación se pudo comprobar ayer en la jornada destinada a profesionales que se celebró en el marco del Salón Internacional del Automóvil de Barcelona.

SCT realizó ayer una demostración con la colaboración de Idiada y de Mapfre, en la que se realizó una simulación de un crash test , un accidente entre dos vehículos a 50 km/h, y el atropello de un peatón a 30 km/h. Esta exhibición (que se repetirá hoy y mañana a las 12 y a las 17 horas en el palacio número 2) sirvió para ver las consecuencias de un accidente y para divulgar la importancia de los estudios de seguridad que realiza EuroNCAP (la asociación integrada por clubes de automovilistas, asociaciones de consumidores y varios gobiernos europeos) que puntúan a los vehículos del mercado según los criterios de protección para pasajeros, bebés y peatones.

Y es que el tema de la seguridad al volante no es un tema baladí. Un estudio del SCT revela que la probabilidad de morir o de sufrir heridas graves en caso de accidente disminuyen un 48% si se viaja en un vehículo que haya obtenido cuatro o cinco estrellas EuroNCAP.

En el 2009 los sistemas de calificación han variado, y solo se puede aspirar a obtener la máxima puntuación de cinco estrellas en el caso de que el vehículo disponga de ESP (control de estabilidad).