Los inquilinos que acudan a la Sociedad Pública de Alquiler (SPA) para arrendar una vivienda deberán pagar al ente público el equivalente a la renta de un mes en concepto de gastos de gestión, además de depositar otra cantidad similar como fianza. Al propietario del inmueble cedido a la SPA, se le cobrará cada mes hasta un 20% de la renta de alquiler (se baraja entre un 12% y un 20%) en contraprestación a las garantías que obtendrá frente a posibles impagos, desperfectos o asistencia jurídica por desahucios de los inquilinos.

FUNCIONAMIENTO Así lo explicó ayer la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, al detallar el funcionamiento de la futura sociedad, que se constituirá esta semana, aunque no será operativa hasta el otoño.

El propietario de una vivienda se pondrá en contacto con la SPA. Podrá hacerlo a través de la "red capilar" que tejerá la sociedad mediante convenios con autonomías, ayuntamientos, agentes de la propiedad, ONG, el Instituto de la Juventud, etc. La "red" evaluará el piso y negociará con el propietario "una renta asequible" según la ubicación y el tipo de vivienda.

La SPA firmará un contrato de gestión e intermediación con el propietario e inmediatamente se contratará una póliza de seguro multirriesgo para garantizar el buen estado de conservación del inmueble en alquiler.

En el momento en que se firme un contrato con un inquilino se suscribirán los seguros por impago y asistencia jurídica. La SPA garantizará el cobro de la renta desde ese momento y durante todo el tiempo en que la vivienda esté cedida a la sociedad, aunque no esté alquilada. El propietario se compromete a iniciar la acción judicial contra el inquilino en caso de impago.

Trujillo dijo ayer que la sociedad pública no pretende "suplantar", sino "complementar" las actuaciones de otras administraciones públicas y del sector privado. La labor de la SPA se sumará a las ayudas al alquiler ya aprobadas por el Gobierno en el plan de choque, que incluyen ayudas de hasta 6.000 euros al propietario para acondicionar los pisos y entregas a los inquilinos de hasta 232 euros al mes.