El vicepresidente Pedro Solbes evitó hacer una valoración de la gestión de los administradores, hasta ayer, de Caja Castilla La Mancha. El ministro no tiene sensación de "problema de ningún otro tipo", en alusión a una hipotética gestión culposa. En su opinión, lo sucedido tiene que ver con "una serie de inversiones que, tal vez, en un contexto como el actual, han resultado más gravosas de lo que se había pensado".