El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, reconoció ayer la "gravedad de la situación" ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso, pero recordó que la solidez de la economía permite ser "razonablemente optimistas" de cara al futuro. El crecimiento español seguirá "débil" durante varios trimestres y se situará "alrededor" del 1,6% al cierre del presente ejercicio, aunque, a su parecer, la desaceleración "tocará fondo" en el 2009. Avanzó que el producto interior bruto (PIB) volverá a crecer al 3% en el 2010.

Solbes explicó que dicha recuperación será posible si se normalizan los mercados financieros internacionales y si se estabiliza el precio del petróleo, porque "la factura energética y las restricciones crediticias impiden que el ajuste sea gradual". En este sentido, no descartó repuntes adicionales de la inflación en los meses de julio y agosto, aunque consideró prematuro hablar de cifras concretas. "Dependerá mucho del cómputo de los precios del petróleo en julio".

Solbes expuso la necesidad de adquirir un compromiso conjunto con los agentes sociales en la negociación de los salarios, e insistió en defender la moderación salarial en el momento actual, al tiempo que se mostró contrario a establecer "normas vinculantes" sobre lo que deben hacer las empresas con sus beneficios para afrontar la crisis. Repartió responsabilidades al exponer que la crisis "la tenemos que pagar todos", cada uno "en la parte que le corresponde".

Tras repasar las medidas desplegadas por el Gobierno para superar las dificultades, garantizó que tendrán su efecto, pero lo más importante es la "serenidad" y la "confianza", dijo. "No existen medidas milagrosas". El ministro enumeró la devolución de 400 euros a través del IRPF, la financiación a través del ICO de pequeñas y medianas empresas, la decisión de no agotar el techo del gasto, los planes de recolocación de parados y el relanzamiento del diálogo social, como algunas de las iniciativas ya adoptadas por el Ejecutivo para afrontar la situación.

NO HUBO ERRORES En respuesta a las críticas del portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, sobre el poco acierto del Gobierno en materia de previsiones, rechazó de plano que el Ejecutivo se equivocara con las últimas estimaciones presentadas en mayo, y explicó que, desde entonces, han pasado muchas cosas y la situación ha cambiado. "No es razonable decir que en aquel momento no valoramos la crisis". Recordó al diputado popular que el barril de petróleo estaba a 25 euros cuando el PP salió del Gobierno, mientras que en los últimos meses ha alcanzado una media de 85 euros por barril.