La reordenación del sistema financiero español costará, en una estimación "conservadora", entre 30.000 y 35.000 millones de euros, que acapararán básicamente las cajas de ahorro, según estimó ayer Standard & Poor´s. Estos recursos suponen entre el 30% y el 35% de los del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que cuenta con 12.000 millones de euros, pero que tiene capacidad de endeudamiento otorgada hasta 99.000 millones.

Elena Iparraguirre, experta de la agencia de calificación, explicó en una conferencia para analistas que las entidades de ahorro serán las destinatarias de los fondos, porque no cuentan con otros instrumentos "flexibles" para captar capitales.

La agencia bajó el lunes la calificación de toda la banca española por el riesgo que asume al estar radicada en el país. "El sistema financiero español sufrirá, previsiblemente, elevadas pérdidas en créditos durante la recesión, debido al alto endeudamiento del sector empresarial, la rápida expansión crediticia y la significativa exposición financiera al sector inmobiliario", argumentó.