Las bolsas mundiales subrayaron ayer la teoría de que en el mes de agosto no hace falta mucho para subir o bajar. Ayer, fue posible recuperar en cuestión de minutos un descenso del 1%. Eso es lo que caían los índices europeos, hasta que se conoció un descenso mayor de lo esperado de las reservas de petróleo. El mercado lo interpretó como otra muestra de la recuperación económica y se fue para arriba como una exhalación.

La jornada prometía ser una de las más insulsas del verano. Sin apenas referencias económicas a las que sacarle jugo, el terreno estaba abonado para que los traders se ganaran el sueldo entrando y saliendo de los valores que mejor o peor lo hicieron el día anterior. Así fue durante la mañana, periodo en el que la renta variable se vistió de rojo tras haber desfilado de verde el martes. La corrección de la bolsa china, que ha caído más de un 3%, se extendió al Viejo Continente, donde los índices se dejaron hasta el 1,5% a mediodía. La subida del indicador de peticiones de hipotecas en Estados Unidos frenó las ventas y redujo las pérdidas de los futuros.

Cuando parecía que la jornada se iba a despedir con minusvalías, a poco del cierre en Europa, se conoció la mayor caída de las reservas de petróleo en Estados Unidos en cerca de 13 meses. Bajaron en 8,4 millones de barriles la semana pasada, descenso que revela que la industria ya empieza a coger velocidad. El precio del barril se puso a subir casi el 2%, hasta superar los 73,4 dólares en la referencia Brent. Al cambio de tendencia contribuyó el informe de gestores de fondos de Merrill Lynch, cuya encuesta ha reflejado un optimismo que no se veía desde el 2003.

Al cierre, el Ibex consiguió absorber las pérdidas y acabar en los 10.695,50 puntos, con un retroceso mínimo del 0,12%. Las compañías energéticas, como Gas Natural, Iberdrola, Enagás y Endesa, fueron las que más partido sacaron al arreón. También el Sabadell Atlántico y Acerinox se beneficiaron de las subidas.