El Tribunal Supremo ha condenado al antiguo BBV (hoy BBVA) a pagar una indemnización de 277.174 euros (46,11 millones de pesetas) a una sociedad a la que recomendó invertir en cesiones de crédito sin informarle de que estos productos tributan.

La sentencia revoca un anterior dictamen del Tribunal Superior de Justicia de Castellón en el que se absolvió al BBV. El nuevo fallo afirma que la sociedad demandante creyó que las cesiones de crédito gozaban de la misma opacidad fiscal que los pagarés del Tesoro de la época, en los que tenía depositada su inversión.

El Supremo apunta que en 1988 el BBV facilitó a la sociedad Rimobel "información inexacta y no contrastada sobre el régimen fiscal aplicable a las cesiones de crédito".