Por primera vez desde julio del 2007, los bancos, cajas y cooperativas de crédito españolas han logrado reducir su tasa de morosidad. En junio, la mora de los créditos concedidos a empresas y particulares se situó en el 4,59%, seis centésimas menos que la registrada en mayo (4,65%). El retroceso ha sido posible gracias a la renegociación de hipotecas, lo que ha dado un respiro a miles de clientes y, también, a las entidades. Pero el sector tacha este descenso de "temporal" y prevé nuevos repuntes.

Según datos publicados ayer por el Banco de España, el saldo total de créditos dudosos que tenían concedidos bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros de crédito en junio sumaba 85.597 millones de euros, frente a los 86.654 millones de mayo. Las cajas se mantuvieron como las entidades con más morosidad (5,01%), si bien fueron las que más redujeron su tasa (5,2% en mayo). En cambio, los bancos la aumentaron: del 3,94% de mayo al 4,01% de junio. En el global del sector, y pese a la bajada de los impagos, la mora sigue en niveles de 1996 y triplica la del 2008 (1,62%).

"La renegociación de los créditos ha permitido una mayor recuperación", afirman fuentes del sector. Al inicio de la crisis, la renegociación se centraba en las inmobiliarias, mientras que ahora se ha extendido a los particulares: "Nos sale más caro ejecutar una casa que alargar los plazos de una hipoteca", dicen.

CLIENTE A CLIENTE "Se trata de una negociación cliente a cliente. Lanzando productos específicos, alargando los plazos e incluso parando algunas hipotecas, hemos conseguido reducir la morosidad", explica el director de inversión crediticia de Caixa Manlleu, Robert Balmes, entidad que rebajó 15 centésimas la mora en junio. La anticipación y las soluciones particulares son la clave para bajar los impagos. En Caja Madrid "los controlaron" y en Banco Sabadell hablan de "estancamiento". El Santander estima terminar el año con una tasa del 3,5%, frente al 4,5% previsto.

Pese al descenso de la morosidad, el sector señala que el dato de junio "no es indicador de un cambio de tendencia", sino que solo es un "respiro". Según las mismas fuentes, la mora es un indicador retrasado de la actividad económica y, por tanto, el desempleo conllevará una nueva subida de impagos. "La mejora de la mora está relacionada con la gestión de las entidades y no con el ciclo económico", dicen.

Los expertos vaticinan que los impagos volverán a subir, pero con menos intensidad, para cerrar el año en una tasa de entre el "5% y el 5,5%". Más pesimista es Funcas, que aseguró ayer que la morosidad podría alcanzar "niveles preocupantes" en los próximos años y estimó que a finales del 2010 podría llegar a una tasa "del 7% o del 8%".