Teófilo Moreno, cultivador de tabaco y representante de la Unión de Pequeños Agricultores-Unión de Campesinos Extremeños (UPA-UCE) en la comarca de La Vera, se perfila para sustituir a Isidoro Hernández-Sito en la presidencia de la Compañía Española de Tabaco en Rama (Cetarsa). Se trata de una empresa pública en la que el Estado, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), controla casi el 80% del accionariado. El restante 20% está en manos de la tabaquera hispano francesa Altadis.

El nombre de Teófilo Moreno como sucesor de Hernández-Sito, que fue nombrado cuando accedió el PP al Gobierno en 1996, ha sonado en los últimos días. No obstante, él negó hace un par de semanas a este periódico que hubiera recibido oferta alguna para presidir la compañía. Sin embargo, todas las fuentes del sector consultadas apuntan que la elección de Moreno se hará pública esta semana o más tardar la que viene.

La candidatura de Teófilo Moreno ha surgido con fuerza tras la renuncia de Carlos Sánchez Polo, exvicepresidente de la Junta de Extremadura, a ocupar el puesto que le fue ofrecido directamente por el presidente del Gobierno regional. Ayer mismo, el secretario general del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Fernando Moraleda, dejó caer en privado el nombre de Teófilo Moreno como la persona que con seguridad presidiría Cetarsa en los próximos años. Moraleda, exsecretario general de UPA, participó en el Congreso de la Federación Estatal de Alimentación de CCOO que se celebraba en Lleida.

CONOCIDO EN EL SECTOR Moreno es una persona muy conocida en el sector tabaquero pero al que pocos situaban como presidente de Cetarsa. Es natural de Cuacos de Yuste e íntimo amigo de Nicasio López, alcalde de Jaraíz de la Vera (PSOE) y uno de los principales productores de tabaco de España.

El relevo en Cetarsa se produce tras el cambio del Gobierno en Madrid y coincide con un momento muy delicado para el sector tabaquero. La empresa pública es la primera de las cuatro que compran y realizan la primera transformación del tabaco en España. Pero en los últimos años ha sido constante su pérdida de cuota de mercado, que ahora se sitúa ligeramente por encima del 50%.

682 EMPLEADOS Cetarsa volvió a a obtener beneficios en el 2003, un ejercicio del que la compañía aún no ha distribuido públicamente las cuentas. En el 2002 perdió 8,93 millones de euros (casi 1.500 millones de pesetas), principalmente por el impacto que tuvo en la cuenta de resultados la aplicación del expediente de regulación empleo (ERE). Ese año la empresa pública pagó en torno a 22 millones de euros en concepto de bajas incentivadas, que afectaron a un total de 420 trabajadores.

La compañía se quedó al final del 2002 con en torno a 682 trabajadores, de los que apenas 30 tenían su puesto en la sede central de la compañía en Madrid --situada en la calle José Abascal-- y el resto trabajan en los centros de recogida y transformación de Jaraíz, Jarandilla, Coria, Navalmoral y Talayuela.

Cetarsa ha decidido trasladar su sede central de Madrid a Navalmoral de la Mata. En el 2002 la facturación de la compañía fue de 50,4 millones de euros.