En el tercer trimestre de 2008 se destruirá empleo por primera vez en catorce años y la tasa de paro se situará en torno al 11,5 por ciento, según el "Avance del mercado laboral AFI-AGETT" de octubre.

Además, el estudio señala que en la recesión de 1992-1994 el número máximo de parados registrados en los servicios públicos de empleo no pasó de los 2,8 millones, cifra que se superará "con toda probabilidad" en noviembre de este año, lo que situaría el total de parados muy cerca de los tres millones.

El informe estima que entre julio y septiembre se destruirá el uno por ciento del empleo, aunque prevé que a final de año, la ocupación podría disminuir hasta el dos por ciento en tasa interanual.

Los datos refuerzan las previsiones "desfavorables" de crecimiento de la economía española, que según Afi son del 1,3 por ciento para 2008 y un descenso del 0,3 por ciento para 2009.

Ante esta situación, AFI-Agett, pide que los Presupuestos Generales del Estado para 2009 sean "realistas" y que tengan "nuevos enfoques".

En este sentido, plantean que se utilice de forma "más generosa" el amplio margen de endeudamiento que tiene el Gobierno y, en relación con el mercado laboral, el nuevo enfoque consiste en una apuesta "más decidida" por las políticas activas de empleo.

En su opinión, los recursos para los desempleados deberían ir acompañados de condiciones más estrictas en cuanto a la búsqueda activa, la recualificación y la movilidad funcional y geográfica de los parados.

Según el indicador, en septiembre se produjo un aumento del paro mayor de lo previsto, por lo que la situación de las familias se complica más y también la de las empresas, cuya actividad se está viendo afectada por la crisis crediticia, la caída del consumo y la menor actividad real de la economía.

Una de las consecuencias más visibles de la crisis financiera, añade el estudio, es la intensidad que se ha producido en el deterioro de la afiliación a la Seguridad Social en septiembre, cuando se perdieron 270.000 afiliados respecto al mismo mes de 2007.

En este sentido, el informe señala este deterioro en el número de afiliados estaba previsto en el sector de la construcción, pero que "sorprende" la destrucción neta de empleo en los servicios, con 81.000 afiliados menos que en agosto.

El informe también hace referencia a la fuerte caída de la confianza que registraron los índices elaborados por el ICO y la Comisión Europea, así como la reducción de los contratos indefinidos en septiembre, que cayeron más que los temporales por cuarto mes consecutivo.

Así, las perspectivas de los empresarios españoles se han deteriorado en septiembre y no prevén un aumento en sus plantillas, "si acaso, reducirlas", añade.