"Wall Street no entiende todavía a Tesla". Así resume la web de bolsa de la cadena de televisión norteamericana CNBC la reacción de los inversores de la Bolsa de Nueva York con una fuerte subida de las acciones del fabricante de coches eléctricos, que superó el 7% durante la sesión bursátil, después de conocer que registró un aumento de sus pérdidas de un 16% en el primer semestre.

La compañía que dirige el emprendedor Elon Musk perdió 666,67 millones de dólares (564 millones de euros) en los primeros seis meses del ejercicio, lo que supone casi un 16% más que en el mismo periodo del 2016. La marca atribuyó el resultado negativo a la inversión y los esfuerzos necesarios para poner en marcha la producción del Model 3, el vehículo que Tesla ha empezado a vender a partir de 35.000 dólares y con el que pretende multiplicar unas ventas que hasta ahora estaban muy limitadas al ofrecer modelos que doblaban o triplicaban ese precio.

Sin embargo, los inversores de Wall Street, acostumbrados a las pérdidas riteradas de Tesla, habían hecho unas previsiones incluso peores, por lo que han recibido de buen grado los resultados económicos del fabricante de vehículos. Además, Tesla ha registrado una mejora significativa de sus ingresos al incrementarlos un 126% y alcanzar los 5.485 millones de dólares (4.648 millones de euros) en el primer semestre.

El infierno de la producción

Las previsiones de la firma apuntan a una mejora de las ventas y los resultados en el segundo semestre del año gracias al aumento progresivo de las entregas del nuevo Model 3 que Elon Musk ha calificado de "el infierno de la producción" ante cientos de empleados que participaron en la presentación en sociedad de las primeras unidades vendidas del nuevo coche eléctrico.