Las dudas internacionales sobre la economía española parecen remitir suavemente, y con ellas las malas noticias. El Tesoro colocó ayer con éxito y la ayuda de seis bancos una emisión de obligaciones a 10 años. La demanda fue de más de 250 órdenes de inversores por una cantidad superior a los 14.500 millones de euros, más del doble de los 6.000 millones que se colocaron.

La vicepresidenta económica se mostró satisfecha, pero no sorprendida, por el buen funcionamiento de la emisión. La deuda española, argumentó Elena Salgado, siempre tiene "sobredemanda" y cuenta con una "base inversora muy amplia". De hecho, uno de los elementos más positivos de la colocación es que el 66% fue a parar a manos de inversores no residentes en el país.

DIVERSIFICADO A parte de España, los principales mercados compradores fueron el Reino Unido (20,3%), Asia (13,3%), Escandinavia (6,2%) Francia (6%), Benelux (5%), Alemania y Austria (3,9%) y Oriente Medio (2,7%). Los bancos se han quedado con el 37,2%, mientras que el 24,3% fue a parar a gestoras de activos, el 19,3% a bancos centrales y otras instituciones oficiales, el 8,5% a fondos de pensiones y el 8% a aseguradoras.

La rentabilidad que España deberá pagar será del 4,874%, equivalente a 195 puntos básicos respecto al tipo mid-swap (mercado interbancario de permutas de tipos de interés que se usa como referencia para fijar los niveles de salida de las emisiones de renta fija), por debajo del precio de referencia de 200 puntos básicos. Un interés alto que Salgado juzgó "muy razonable", si bien admitió que existe la "duda" de si no resulta excesivo teniendo en cuenta la situación de las arcas públicas. El diferencial con el bono alemán se situó en 228 puntos básicos, en torno a máximos históricos.

La emisión se ha realizado con la ayuda de Barclays, BBVA, Caja Madrid, Crédit Agricole, Deutsche Bank y Santander. Este tipo de colaboraciones, llamadas emisiones sindicadas, se usan tradicionalmente para emisiones en divisas distintas al euro, una situación en las que no hay una base amplia de inversores.

CONFIANZA BURSATIL El éxito de la emisión y la confianza del mercado en la capacidad de España para mantener su calendario de subastas y hacer frente a los grandes vencimientos de julio (unos 24.000 millones) dio alas a la bolsa. El Ibex 35 subió el 3,59%, por encima del resto de índices europeos. Abertis fue el tercer valor más destacado, con un alza del 5,68%, después de que La Caixa y ACS anunciaran la víspera la entrada al fondo CVC en el capital.