El final de la opa sobre Endesa y las palabras del presidente de la gran derrotada, E.ON, anunciando nuevas compras de compañías energéticas en España dieron ayer un buen impulso a la bolsa, que hizo un nuevo máximo: 14.953 puntos.
Quizá no se lo había propuesto, pero Wulf Bernotat dio alas a una oleada de compras de la que Endesa (-1,1%) no fue precisamente la sociedad más beneficiada, al contrario que E.ON, que ganó un 6%. La posibilidad de que se inicien nuevas operaciones corporativas en el sector infundió ánimos compradores.
La compañía constructora de los Entrecanales ganó un 6%, mientras que Unión Fenosa subía un 4,6%; Gas Natural, un 3,6%; y un 2,4% Iberdrola. Todas las combinaciones posibles fueron objeto de la atención de los inversores, excepto Enel, que fue la que menos subió: el 1,4%.
La gestora de renta variable de Inversis Banco, Marian Fernández, señaló a Europa Press que, tras cerrarse la opa, una de las conclusiones es que "España sigue siendo un mercado apetecible" para muchos inversores. El mercado "ha comenzado a especular con quién puede ser el próximo" en el proceso de consolidación del sector energético.
LA COTA DE LOS 40 EUROS En su opinión, la bajada de Endesa era previsible, aunque apuntó que lo esperado es que la eléctrica "no pierda" los 40 euros por acción, pues el diferencial del 2,5% entre esa cota y los 41 euros que, como mínimo, ofrecerían Acciona y Enel "es suficiente para muchos inversores".
La directora de análisis de Self Trade Bank, Alicia Jiménez, señaló que el pacto alcanzado sobre Endesa es "interesante para el accionista", pero "no tanto para la industria española". "Endesa ha jugado muy bien las cartas para el pequeño accionista", pero sus decisiones estratégicas han tenido unas consecuencias que "no parecen las más interesantes para los intereses industriales" de España. Jiménez instó a mantener la calma y esperar a ver qué decide el consejo de administración de Endesa, "que todavía tiene la llave de la eléctrica", y "vea con ojos regulares" el contenido del acuerdo.
