Pan y leche gratis, distribuidos por los productores frente al Congreso y, además, huelga de compra de pasta. Así protestaron ayer una parte de los consumidores italianos contra el encarecimiento de los precios al consumo, secundando una convocatoria de las principales asociaciones del sector. Según los convocantes, la curiosa huelga fue seguida por el 48% de los clientes de los supermercados de Roma, Milán y Turín, entrevistados a la salida de los establecimientos. Probablemente, se trató de una protesta más simbólica que real, ya que nada impidió que las amas de casa echasen mano de las reservas de la despensa, pero sirvió para dar un toque de atención al Gobierno sobre el aumento de los alimentos. La huelga afectaba solo a la pasta asciutta o seca, y no a la fresca, generalmente elaborada con harina y huevos.

Pan y leche, gratis

A primera hora de la mañana, los productores abrieron sus tenderetes en la plaza de Montecitorio, por donde tenían que pasar los diputados camino del Congreso. Ofrecían gratuitamente varias clases de pan y vasos de leche fresca a los transeúntes y al centenar de personas congregadas, avanzadilla simbólica de un malestar nacional. Les esperaban dos docenas de televisiones de todo el mundo, llenas de curiosidad por una huelga sobre el plato nacional y símbolo del país.

Según el Banco Central Europeo (BCE), en lo que va de año, el precio de los alimentos ha aumentado un 30%, aunque siguen todavía por debajo de los máximos históricos alcanzados en otras épocas. Según la misma fuente, los precios no habían sufrido variaciones en los últimos seis años. Con el regreso de las vacaciones, los productores de leche han programado aumentos del 12%; las industrias de la pasta entre el 20% y el 25%; los panaderos, entre 1,50 y 2 euros por kilo de pan; el café, la carne, el queso y la manteca, un 10%.

La industria alimentaria achaca la culpa de los aumentos a elementos tan etéreos como la desertificación del planeta, el incontrolable apetito de los chinos o la mundialización económica, que ha llevado a un incremento del 60% (superior al del petróleo) en el precio del trigo. Pero algunos diarios locales amenizaron las vacaciones de los italianos con investigaciones que probaban que la culpa del aumento del trigo, materia prima de la pasta asciutta , es el afán lucrativo de las grandes industrias agrícolas, que han sustituido parte de los cultivos de trigo con maíz porque, con la aparición de los biocombustibles, resulta más rentable.

Los molinos italianos lamentan que la sémola de trigo duro --el que hace la mejor pasta-, que influye en un 55% en el precio final de los espaguetis y los macarrones, ha aumentado un 58% en un año. Como resultado, medio kilo de pasta, que es la cantidad estándar, pasará de 60 a 75 céntimos.

Estas cifras no se corresponden con el aumento medio de los alimentos en la Unión Europea, que, según las previsiones del banco de negocios Lehmann Brothers, será de un 0,3% en el segundo trimestre de este año. Pero las estadísticas solo fijan promedios y, como explicaba el cómico italiano Totó, "estadísticamente tú y yo hemos comido medio pollo cuando, en realidad, tú te lo comiste entero y yo nada". Probablemente, Italia sufre de esta anomalía más que otros países, porque cuenta con un sistema de distribución, del mayorista al minorista, que encarece hasta un 100% el valor de un producto desde el productor al consumidor.

Entrando en el Parlamento, el exministro de la Liga Norte Roberto Calderoli --el que vistió la camiseta con las famosas viñetas de Mahoma-- anunció que no iba a comer pasta, pero sí carne de cerdo "para fastidiar a los musulmanes" en el comienzo del tradicional mes del Ramadán. El ministro de la Solidaridad Social, Paolo Ferrero, se disculpó con los musulmanes, explicando que "Calderoli es más experto en cerdos que en el islam".

Irregularidades

La Autoridad contra Monopolios dijo ayer que está "investigando si se producen irregularidades en el mercado". La asociación nacional de comercios (Confcommercio) señaló que la protesta carecía "de fundamento", y estimó que el aumento medio del coste por familia será de seis euros mensuales.

La huelga también afectó al café expreso de las mañanas, que fue boicoteado por un 5% o un 10% de los clientes en las capitales de provincia, según asociaciones de consumidores.