La batalla comercial por el formato que tenía que suceder al DVD se saldó ayer con la retirada de uno de los contrincantes. Toshiba anunció a través de su presidente, Atsutoshi Nishida, que abandona la producción de reproductores y discos de su formato de alta definición, y que concentrará sus esfuerzos en "hacer de la convergencia una realidad". El trasfondo es la inutilidad de mantener una pugna contra el Blu-Ray que defiende el resto de la industria y la mayoría de los grandes estudios de Hollywood gracias a su mayor protección anticopia, y que se ha alzado con la mayor cuota de mercado gracias a que es parte integrante de la Playstation 3.

Ante las ventas de la consola (más de 10 millones en todo el mundo, y 600.000 en España), en las últimas semanas se ha producido un goteo de deserciones en las filas de HD DVD. Primero Warner, con el anuncio de que abandonaba el formato; luego Microsoft (que tiene un reproductor HD DVD como accesorio de su Xbox 360) con una apuesta por las descargas directas desde internet y tercero Netflix, el gran videoclub on line estadounidense, anunciando que a finales de año apartaba los discos.

"Da rabia, porque hemos luchado mucho por el formato, pero era la decisión más responsable de la corporación", explicó ayer Pablo Romero, director de márketing de Toshiba España. La compañía ha vendido unos 4.000 reproductores para el salón y otros 5.000 en ordenadores portátiles. "Los que hayan comprado un HD DVD, tienen un reproductor de alta calidad que sirve también para DVD y CD", según Romero.

Algunas organizaciones de consumidores, como Facua, no lo han visto igual y apelan al Código Civil para pedir la nulidad de las compras y que el fabricante devuelva el dinero. También la Unión de Consumidores (UCE) insta a los dueños de un sistema HD DVD a reclamar la devolución o una compensación económica.