El Ministerio de Trabajo no dispone de margen presupuestario para impulsar la contratación indefinida mediante bonificaciones y, a la vez, hacer una rebaja generalizada de cuotas sociales. El departamento está dispuesto a discutir ambas posibilidades con los agentes sociales, pero deben ser ellos, y principalmente los empresarios, quienes elijan una de las dos alternativas.

El secretario general de Empleo, Valeriano Gómez es partidario de "mantener, reforzar y extender las ayudas a la contratación indefinida", pese a que la patronal y los sindicatos las han calificado de ineficaces. "Además, con los 2.103 millones de euros que se destinan anualmente a bonificar los contratos estables, tan sólo habría dinero para reducir un punto las cuotas sociales de todos los contratos", aseguró Gómez.

Pero el secretario general no se opone a la reducción de cotizaciones siempre que se acuerde en la mesa de negociación y que la medida beneficie sólo a los nuevos contratos indefinidos.

PENALIZACIONES Para Trabajo, lo importante es acercar los costes laborales de los contratos fijos a los de los temporales, aunque "más por la vía del estímulo a la contratación indefinida que por el de la penalización de la temporalidad", opinó Gómez.

A su juicio, "hay un consenso respecto al uso inadecuado, excesivo e injustificado de la temporalidad, pero también hay sectores importantes, como el turismo, el agrario, el agroalimentario o la construcción, que deben tener mayor flexibilidad en su plantillas". Según Gómez, una tasa aceptable de temporalidad debe acercarse a los niveles europeos de entre el 14% y el 15% de la población activa.

A finales de mes se hará pública una declaración de los agentes sociales y del Gobierno sobre los objetivos del diálogo social. El segundo semestre del 2005 se producirá el desarrollo normativo de la reforma, que se reflejará en los presupuestos del 2006.