Tres fondos de pensiones de Indiana, que poseen cerca de 42 millones de dólares de los 6.900 millones en préstamos garantizados de Chrysler, pidieron ayer al Tribunal Supremo de EEUU que aplace la venta de esta empresa a la italiana Fiat mediante la presentación de un recurso urgente.

Los fondos presentaron la solicitud de aplazar el acuerdo ante la jueza del Tribunal Supremo Ruth Bader Ginsburg. La jueza podría actuar de motu propio o enviar el caso al pleno del tribunal formado por nueve magistrados. La apelación urgente rara vez es atendida por el Supremo, sin embargo, la venta de Chrysler puede demorarse durante semanas o meses mientras el tribunal delibera.