Mariano Rajoy trazó tres prioridades para el problema de la vivienda. La primera, las ayudas a los jóvenes, pero sin determinar si se harán sobre los créditos o sobre la entrada para el piso. En segundo lugar, intentar el pacto sobre el suelo con las comunidades autónomas, aunque algunas no estén por la labor. Y en tercer puesto, un modelo nuevo, del que no dio más detalles, un tercer tipo de vivienda "que no tiene por qué ser ni libre ni protegida". Todo ello, sin descartar el alquiler y "reforzar la posición jurídica del arrendador".