El futuro de Wachovia, la sexta entidad bancaria más importante de Estados Unidos, sigue en el aire. En respuesta a una demanda de Citigroup, un juez del Tribunal Supremo de Nueva York ordenó el sábado por la noche (madrugada de ayer en España) suspender la fusión del banco con Wells Fargo, como habían acordado ambos consejos de administración. Citigroup recurrió a acciones legales después de que Wachovia rompiera un principio de acuerdo entre ambas entidades cerrado el 29 de septiembre con el argumento de que la entidad bancaria había violado un acuerdo de exclusividad.

El culebrón Wachovia tiene su origen en la crisis de las hipotecas basura subprime, que afectaron duramente sus cifras en créditos y su cotización en la bolsa hasta el punto de obligar a la entidad a buscar comprador. Con la mediación de la agencia pública Corporación Federal Aseguradora de Depósitos (FDIC en sus siglas en inglés) --que quería evitar un nuevo colapso de un banco en plena crisis--, Citigroup y Wachovia alcanzaron un principio de acuerdo por el cual el primero compraba las operaciones bancarias del segundo por 1.600 millones de euros. Según el acuerdo, Citigroup asumiría pérdidas de 42.000 millones de dólares.