Cuesta pensar que la ingenuidad forme parte de la personalidad del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet. Por esa razón, a los expertos les costó creer ayer que la enésima referencia a que el BCE debe vigilar la inflación antes que potenciar el crecimiento fuera gratuita. El guardián de la política monetaria europea realizó nuevas declaraciones en ese sentido que solo sirvieron para que la recuperación de la bolsas europeas iniciada el martes, después de que la Reserva Federal bajara los tipos, mudara en un nuevo descalabro.

Todos los parquets continentales perdieron más de un 4% en una nueva jornada de nervios. Tan solo la Bolsa de Londres --los tipos de interés en Gran Bretaña se rigen por el Banco de Inglaterra-- cayó menos, el 2,3%. En el mercado español, el Ibex 35 cedió el 4,56%, arrastrado por los grandes valores. Al otro lado del Atlántico, la Bolsa de Nueva York bajó con mayor moderación --en torno al 0,30%--, aunque en ese caso tuvieron más que ver los malos resultados de algunas empresas tecnológicas.

El presidente del BCE destacó la importancia de mantener bajo control las expectativas de inflación para "evitar añadir más volatilidad" a la situación. En su intervención en una conferencia en la sede del Parlamento Europeo, indicó que eso es lo que el BCE ha hecho hasta ahora y lo que piensa seguir haciendo.

LECCIONES A APRENDER Entre las lecciones que hay que aprender de la actual fase de turbulencias está la necesidad de mejorar la gestión de riesgos por parte de las entidades financieras, de revisar los incentivos a la inversión y de mejorar la coordinación entre las autoridades de supervisión y los bancos centrales. Pero al margen de esos detalles, la lectura que realizaron los mercados fue que el responsable de la política monetaria no piensa en bajar los tipos de interés.

Y si lo piensa, no lo dice: "Es imposible que Trichet considere subir los tipos en este momento. El riesgo de mantener los tipos ahora es elevado. Es posible que prefiera hacerlo por sorpresa para que de esta manera el impacto sea claro", comentó Antonio Villarroya, analista de Merrill Lynch en Londres.

Crece el consenso de que la autoridad monetaria de la Unión Europea deberá relajar su política, puesto que las posibilidades de que tanto EEUU como Europa se encaminen hacia la recesión crecen cada día. El servicio de estudios de una entidad financiera sostiene que, pese a que el BCE es reacio a hacerlo, bajará tipos antes de que sea tarde. Vaticina un descenso de un cuarto de punto para la reunión del mes de marzo. Más que eso no sería una sorpresa, sino una bomba. Sin ir más lejos, la evolución del euríbor parece dar la espalda a la postura oficial del BCE. Ayer llegó al 4,28%, el nivel más bajo en los últimos meses.

Mientras, en EEUU los inversores centraron su interés en el sector tecnológico. Motorola registró al cierre del 2007 pérdidas por un importe de 34 millones de euros, frente al beneficio neto de 2.513,5 millones del ejercicio precedente. Y Apple, que dio a conocer buenos resultados en el 2007, ofreció previsiones pesimistas para el 2008, lo que no fue bien recibido en la bolsa.