El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, dijo ayer en Tokio que hay margen para que los tipos de interés se sitúen por debajo del 1,25% actual en la zona euro, pero insistió en que "una política monetaria a tipos de interés del 0%" --como la que existe actualmente en Japón, donde se sitúan en el 0,1%-- no sería apropiada "para el caso europeo".

En un encuentro con la prensa nipona, Trichet dijo que el BCE "no excluye bajar aún más" el precio oficial del dinero, pero de forma "muy medida". Y recordó que este es el calificativo con que se refirió a la rebaja acordada en abril (de 0,25 puntos, hasta el 1,25%), aportando una pista sobre la posible decisión de mayo, que podría ser de otros 0,25 puntos (hasta el 1%).

Uno de los argumentos de fondo que llevan al BCE a resistirse a la política monetaria de tipos cero, que además de en Japón ya existe en Estados Unidos y en el Reino Unido, es la constatación de que, aunque los tipos oficiales son más altos en Europa, las tasas del mercado interbancario, que son las que realmente llegan a empresas y particulares, son más bajas en la eurozona. El euríbor a un año bajó el viernes al 1,76%.

FACILITAR LA LIQUIDEZ Junto a otro posible recorte de los tipos de interés, el consejo de gobierno del BCE estudiará en su reunión del 7 de mayo, la adopción de medidas "no convencionales" para facilitar la liquidez del mercado. Así lo anunció Trichet el 2 de abril, y ayer, en Tokio, añadió: "Cuando tomemos una decisión sobre medidas no habituales, las explicaremos a los mercados y a los inversores".

Se entiende por "medidas no convencionales" las diferentes a la rebaja de tipos de interés o a los préstamos a entidades financieras. Los economistas especulan ahora sobre si el BCE seguirá a la Reserva Federal de Estados Unidos, al Banco de Inglaterra y al Banco de Japón en el camino de compra de activos a entidades financieras o empresas para impulsar el crédito y favorecer la recuperación de la confianza. También se especula sobre la posibilidad de que el BCE preste dinero a las entidades a un plazo superior a los 6 meses actuales y que lo haga a 12 meses.