La ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, defendió ayer el modelo de ciudad mediterránea, "compacta", en contra de otros desarrollos "extensivos y dispersos" y citó las áreas metropolitanas de Madrid, Alicante y Elche como "malos ejemplos" de urbanismo en el país. En estas zonas, según la ministra, se está construyendo a lo largo, más que a lo alto, en desarrollos dispersos entre sí, y se está produciendo una alta acaparación de la propiedad del suelo, lo que conlleva un mayor riesgo de especulación en los precios.

ALICANTE Y ELCHE En un almuerzo organizado por el Foro de la Nueva Economía, la ministra explicó que en Madrid, un solo empresario es propietario de 11 millones de metros cuadrados (6 millones de metros de suelo urbanizable y 5 millones de suelo rústico). Es una cifra muy alta, si se tiene en cuenta que, por ejemplo, Sacyr Vallehermoso, que cotiza en el Ibex 35, tiene una cartera de 4,5 millones de metros en toda España. Trujillo también dijo que en el área de Alicante y Elche, un solo empresario acapara 5 millones de metros. La ministra apuntó que la nueva ley del suelo, que entrará en vigor el 1 de julio, ayudará a combatir la especulación.

En septiembre, el ministerio publicará el Atlas Estadístico de las Areas Urbanas en España 2006, con datos obtenidos a partir del Catastro sobre la concentración de la propiedad del suelo, ya sean personas físicas o jurídicas, salvaguardando la identidad de los propietarios.

LA OCUPACION EN ESPAÑA También incluirá datos sobre la utilización del suelo que, según Trujillo, permitirán "conocer cómo va cambiando la ocupación en España, y cómo se está transformando de rústico a urbano", así como "el fenómeno de concentración de la propiedad que se está produciendo".

Entre 1986 y el 2000, la población en Madrid ha crecido el 6%, mientras que la cifra de viviendas ha aumentado el 26% y la de superficie urbanizada, el 25%. Según Trujillo, estos datos dicen que "las ciudades han crecido más que su población y sus viviendas por un fenómeno de dispersión". Lo mismo sucede en el caso de Alicante, donde la superficie urbanizada ha crecido el 68%, la población, el 13% y las viviendas, el 20%.

Según el punto de vista de la ministra Trujillo, este tipo de desarrollos urbanísticos, propio de un modelo "anglosajón, distinto al modelo mediterráneo de ciudad", es "insostenible desde un punto de vista económico y social y muy costoso desde el punto de vista de las infraestructuras necesarias".