El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado que el pazo de Meirás, propiedad de la familia Franco, es un inmueble de bien de interés cultural, como estableció la Xunta en el 2008. De este modo, los magistrados rechazan la pretensión de Carmen Franco Polo, hija del dictador, que pidió que se anulara dicha declaración. La hija de Franco está en contra de la intención de la Xunta de abrir el pazo, ubicado en Sada (A Coruña), cuatro días al mes. En sus alegatos adujo que esta decisión le iba a ocasionar daños económicos porque se vería obligada a contratar un servicio de seguridad y un seguro por accidentes. También aseguró que temía "actos vandálicos" o atentados durante las visitas.

El TS ha calificado estos argumentos de "perjuicios hipotéticos" y condena a Franco Polo a pagar 3.000 euros por las costas del juicio.