El turismo español de sol y playa está perdiendo tirón popular. Aún no puede hablarse de crisis, pero sí de estancamiento en un sector que se enfrenta a nuevos competidores. "Es necesario un proceso de reflexión profunda", señaló ayer Pedro Mejía, secretario de Estado de Turismo y Comercio, durante su intervención en la Feria de Turismo Mundial (WTM sus siglas en inglés), que se desarrolla desde el lunes en Londres.

El ocio playero sigue atrayendo al 80% de los visitantes que llegan a España, pero hay otros destinos soleados más baratos, como Turquía, Túnez, Croacia, Bulgaria o Marruecos, que están afectando a la oferta española. En su informe anual, el WTM ha advertido de la caída de "popularidad" de España como destino de sol y playa para los turistas con menor poder adquisitivo.

MEJORAR LA RECETA La receta para mantener el liderazgo es, según Mejía, apostar por la mejora de los servicios. "Debemos huir del precio como único dato de referencia. Tenemos que ser capaces de ofrecer una oferta de sol y playa de calidad", subrayó el responsable español. Los tiempos han cambiado y el mercado debe remodelarse. "Algunos estaban acostumbrados a que le compraran, pero no a vender, a tener todo reservado antes de que comenzase la temporada. Ahora cada empresa debe encontrar los nichos del mercado a los que dirigirse", explicó el secretario de Estado.

Unos 52 millones de turistas visitaron España el pasado año. El gasto medio de turista por día se ha mantenido, pero las estancias se han reducido. En conjunto, el 2004 será un ejercicio muy similar al 2003, con un crecimiento de la industria turística en torno al 2%.

DIFICIL RETORNO "Retornar a los niveles de crecimiento de la primera mitad de los años 90, cuando se registraban unos incrementos del 7,8% y 9% anuales, va a ser difícil", reconoció Mejía, quien pidió a cada cual que se plantee cómo adaptarse a al mercado, si España "quiere seguir siendo un potencia líder dentro de 10 o 15 años".

De entre nuestros vecinos europeos, los británicos son los más numerosos a la hora de viajar a España, acaparando el 30% de la oferta turística, por delante de alemanes y franceses. El 50% de quienes se desplazan desde el Reino Unido hasta España lo hacen en líneas aéreas de bajo coste. A este fenómeno se suma el de la compra por parte de miles de británicos de viviendas en la costa española.

En los primeros nueve meses del 2004 más de 13 millones de ciudadanos del Reino Unido visitaron España, 213.000 más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, según el Instituto de Estudios Turísticos (IET).