La Unión Europea (UE) abrirá esta semana el primer procedimiento contra nueve productos textiles chinos para intentar atajar la invasión que padece el mercado europeo desde que el pasado 1 de enero quedó totalmente liberalizado el comercio textil mundial. Los productos afectados son camisetas, jerseys, pantalones de hombre, blusas, medias y calcetines, abrigos de mujer, sostenes, hilo de lino y tejido de lino, según explicó ayer el comisario de Comercio, Peter Mandelson, a los ministros de Comercio de los Veinticinco en una reunión en Luxemburgo.

Mandelson anunció que intentará en los próximos meses que China autolimite de forma significativa sus exportaciones textiles, pero que en caso contrario la UE aplicará la cláusula de salvaguardia para restringirlas.

Durante los tres primeros meses del año, la importación de esos productos textiles chinos se ha incrementado hasta un 534% respecto al mismo periodo del año anterior, precisó Mandelson. Por ejemplo, las camisetas chinas que entraron en la UE en el primer trimestre superaron los 150 millones de unidades.

CAIDAS DE PRECIOS La invasión de productos textiles chinos se ha visto apoyada por una marcada reducción de precios respecto al año anterior. En el caso de los jerseys, la reducción de precios ha sido del 42%, mientras que en las camisetas se situó en el 26%, y en las prendas de abrigo femeninas llegó al 15%.

"Ante estos datos, Europa no puede permanecer quieta y contemplar impasible como su industria desaparece", señaló el comisario. No sólo está en juego la industria textil europea, sino también la supervivencia económica de países en desarrollo, como los de la cuenca mediterránea, cuyas tradicionales exportaciones textiles a Europa están siendo barridas del mercado por los productos textiles chinos, añadió Mandelson.

Ante las críticas de la patronal y de algunos gobiernos europeos por su tardanza en actuar, Mandelson destacó que, hasta entonces, ningún país había pedido formalmente a la Comisión que actuara contra el textil chino, a pesar de las quejas en público. "La apertura del procedimiento es una iniciativa mía", recalcó.

LA CLAUSULA La aplicación de la cláusula de salvaguardia requiere un procedimiento largo y complejo. La Comisión Europea analizará durante las próximas semanas la "distorsión del mercado", mientras Mandelson iniciará hoy mismo contactos informales con las autoridades chinas, para intentar que autolimiten voluntariamente sus exportaciones. Esta fase tendrá una duración máxima de 60 días. En junio, el Ejecutivo comunitario dictaminará si es necesario aplicar la cláusula de salvaguardia. En ese caso, se iniciarán consultas formales en la OMC. Si China no actúa en un plazo de 90 días, se aplicará la restricción de las importaciones.