Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro aprobaron ayer en una reunión extraordinaria la activación inmediata del plan de rescate financiero de Grecia y elevaron su importe a 110.000 millones para un periodo de tres años.

Este plan inédito de salvamento permitirá a Grecia refinanciar su deuda pública a un tipo de interés razonable alrededor del 5%, evitará el riesgo de suspensión de pagos del país a la que pretendían abocarle los especuladores financieros y frenará el contagio de la crisis a otros países. A cambio de esa ayuda, la población griega deberá asumir unos enormes sacrificios económicos. Los estados de la zona euro aportarán 80.000 millones en créditos bilaterales a Grecia durante el periodo 2010-2012 y el Fondo Monetario Internacional (FMI) asumirá el resto, anunció el presidente del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker.

PRIMERA ENTREGA La cifra incluye una reserva de 10.000 millones por si fuera necesario estabilizar y reestructurar el sector bancario griego, precisó Juncker. La primera entrega de la ayuda europea y del FMI se realizará antes del 19 de mayo, cuando Grecia deberá refinanciar 8.500 millones de un paquete de bonos que expiran. El plan de rescate casi triplica el esfuerzo previsto de la zona euro, que pactó inicialmente 30.000 millones para un año. Las contribuciones de cada Estado al programa se realizarán en función de su participación en el capital del Banco Central Europeo (BCE).

Alemania y Francia asumirán casi la mitad de las ayudas y España aportará el 12,24% del total, lo que asciende a 9.792 millones. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, indicó que el Gobierno aprobará el próximo viernes el decreto ley para prestar ese dinero a Grecia.

CREDITOS A 3 AÑOS Los créditos se concederán en principio a tres años, con un tipo de interés equivalente al euríbor más una penalización de tres puntos porcentuales. Esto supone que Grecia deberá pagar un tipo de interés situado alrededor del 5%, precisó el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn. Esto es mucho menos de la mitad del 12,5% que reclamaban los mercados financieros a Grecia para refinanciar a corto plazo su elevada deuda.

La Comisión Europea y Banco Central Europeo comunicaron al Eurogrupo que la espiral especulativa a la que se habían lanzado los mercados impedía que Grecia pudiera seguir financiándose y que esa situación amenazaba la estabilidad del conjunto de la zona euro, por lo que era imprescindible activar el plan de salvamento.