Los líderes de la zona euro decidieron anoche plantar cara a la especulación financiera, así como acelerar la adopción de las nuevas regulaciones sobre mercados financieros y los fondos especulativos (hedge funds ). Los jefes de Estado y de Gobierno de los 16 países que comparten la moneda común europea acordaron dedicar especial atención al papel desempeñado en la actual crisis por las agencias de calificación de solvencia (rating ) y los productos financieros derivados.
Los dirigentes de la zona euro se comprometieron también a sanear sus cuentas públicas, a endurecer el pacto de estabilidad con "sanciones más eficaces" a quienes incurran en déficits públicos desmedidos, a intensificar la coordinación de sus políticas económicas y a crear "un mecanismo permanente de resolución de crisis" como la griega, siguiendo las líneas recomendadas conjuntamente la víspera por la cancillera alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
La cumbre extraordinaria de la zona euro confirmó que todo está listo para entregar en los próximos días el primer tramo de los préstamos destinados a Grecia para que pueda refinanciar su deuda pública sin acudir a los precios prohibitivos que le exigen los mercados financieros. El plan de rescate dispondrá de 110.000 millones de euros, de los cuales 80.000 millones serán aportados por los países de la zona euro y el resto por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
AYUDAS APROBADAS Alemania, España, Francia, Portugal, Italia y los demás países han acordado ya la concesión de su contribución nacional al plan de salvamento griego. España ofrecerá 9.794 millones para el periodo 2010-2012 (el 12,24% del total), de los cuales 3.672 millones se aportarán este año. El plan de rescate garantiza a Grecia fondos suficientes para refinanciar su deuda hasta final del 2011. El Gobierno heleno usará por primera vez esas ayudas para refinanciar los bonos por 8.500 millones que vencen el 19 de mayo.
Los líderes de la zona euro reafirmaron su determinación de sanear sus finanzas públicas y cumplir los objetivos de reducción del déficit público previstos para este año y el próximo, con la adopción de medidas adicionales de ajuste si fuera necesario en sus respectivos países.
