La Comisión Europea propuso ayer incrementar el gasto comunitario en un 25% durante el periodo 2007-2013 para poder financiar con éxito la integración en la Unión Europea (UE) de Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Lituania, Letonia, Chipre y Malta, y la previsible adhesión futura de Bulgaria y Rumanía. El gasto anual de la Unión Europea pasará de 114.740 millones de euros en el 2006 a 143.100 millones de euros en el 2013 (de 19,09 a 23,8 billones de pesetas).

La adopción por parte del Ejecutivo comunitario del proyecto de nuevo marco presupuestario inicia la batalla financiera que enfrentará en los próximos meses a los países ricos de la UE con los demás, en especial España, por la cuantía futura de los fondos. España recibió una ayuda neta europea de 8.870 millones de euros en el 2002.

El proyecto permitirá a España conservar un importante nivel de ayudas regionales a partir del 2007, pese a la ampliación y la mejora de su renta, aseguró la vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio. La propuesta incluye crear una ayuda especial para las regiones pobres, cuyo nivel de renta suba artificialmente por encima del 75% de la media europea como consecuencia del ingreso de los países del Este, que reducirán drásticamente la media. El nuevo cálculo afectará a Castilla-La Mancha, Asturias y Murcia.

SUBVENCION ESPECIAL El proyecto incluye además una ayuda transitoria para las regiones que por su desarrollo superen el listón del 75% de la renta media de la UE, como Valencia, Castilla-León y Canarias. Pero España no podrá evitar perder el fondo de cohesión, porque el nivel de renta superará el 90% de la media europea.

La tensión entre los países contribuyentes a las arcas comunitarias y los receptores de las ayudas se interiorizó en la discusión final de la Comisión Europea. Los dos comisarios alemanes, uno de los británicos y la comisaria sueca se opusieron al incremento planteado, pero al final se impuso la posición mayoritaria de que ese era el aumento mínimo para asegurar la prosperidad económica, proteger a los ciudadanos y reforzar el papel de la UE en el mundo.

El Ejecutivo comunitario rechazó la exigencia de Alemania, Francia, Gran Bretaña, Suecia, Holanda y Austria de congelar el gasto al nivel actual del 1% de la renta bruta de la UE, y señaló que es indispensable elevar esa cantidad hasta el 1,15%.

REORIENTACION El proyecto reorienta el gasto hacia el crecimiento y el empleo. Las ayudas regionales aumentarán un 31% a lo largo del periodo, hasta alcanzar los 50.960 millones de euros en el 2013. El dinero para grandes redes, investigación, formación y mejora de la competitividad se triplica para situarse en 25.825 millones de euros en el año 2013. La gestión de las fronteras exteriores, justicia e interior y derechos de los ciudadanos también se triplica, hasta alcanzar los 3.620 millones al final del periodo. Las acciones exteriores de la Unión Europea aumentan el 40% hasta 15.740 millones. Por el contrario, los gastos agrícolas se reducen el 3,3%, hasta los 42.293 millones.