Después de tres semanas de complejas negociaciones, la presidencia alemana de la Unión Europea (UE) y el Parlamento Europeo alcanzaron ayer un compromiso para rebajar casi a la mitad el coste de las llamadas por teléfono móvil desde el extranjero. El acuerdo, que aún debe ser ratificado por el pleno de la Eurocámara y por los Veintisiete en el Consejo de Ministros europeo, establece un coste inicial máximo para los consumidores de 0,49 euros por minuto (más impuestos) para la llamada realizada desde un teléfono móvil en la UE desde un país distinto del de residencia. Este importe máximo se reducirá en el 2008 a 0,46 euros y en el 2009 a 0,43 euros.

El compromiso fija el coste máximo por recibir una llamada en la UE fuera del país de residencia en 0,24 euros en el 2007, 0,22 euros en el 2008 y 0,19 euros en el 2009. Los precios mayoristas, que cobran las compañías telefónicas a los operadores extranjeros por permitir el uso de su red nacional, quedarán fijados en 0,30 euros en el 2007, en 0,28 euros en el 2008 y en 0,26 euros en el 2009.

Las nuevas tarifas suponen reducir casi a la mitad los precios que cobran las compañías por el uso del móvil cuando se viaja por los diferentes países de la UE. El coste de una llamada por un móvil extranjero se sitúa en torno a 1 euro por minuto (impuestos incluidos, y según la compañía) en España, Alemania e Italia, según la Comisión Europea. El coste de esa llamada sube hasta 1,12 euros en Francia, Grecia, Irlanda, Letonia y Portugal y puede costar hasta 1,5 euros en Polonia. Las tarifas por recibir una llamada en el extranjero, dentro de la UE, se sitúan en 0,47 euros en España y Alemania, en 0,67 euros en Polonia y en 0,71 euros en Francia, Portugal, Grecia, Irlanda y Letonia, según el Ejecutivo comunitario.

El compromiso está más cerca de la posición pactada por los Veintisiete en el Consejo de Ministros que de las demandas de la Eurocámara y del proyecto inicial de la Comisión Europea, que establecía un coste máximo de 0,40 euros por minuto para los consumidores por realizar una llamada en el extranjero y de 0,15 euros por recibir una llamada. El Consejo, por el contrario, propugnaba unas tarifas de 0,52 y 0,25 euros, respectivamente.