La Unión Europea (UE) prepara medidas de apoyo a la industria automovilística para afrontar la actual crisis económica y mantener su competitividad frente a sus subvencionados competidores norteamericanos. La UE estudia la aprobación de créditos muy baratos por un importe global de 40.000 millones de euros destinados a la industria automovilística para financiar el desarrollo de los nuevos modelos de coche menos contaminantes que requiere el plan europeo contra el cambio climático.

El comisario europeo de Industria, Günter Verheugen, indicó que la iniciativa cuenta con el apoyo de la Comisión Europea y "mucha simpatía" por parte de los estados miembros de la UE. La operación se realizaría a través del Banco Europeo de Inversiones, precisó Verheugen.

El sector del automóvil, que constituye una pieza esencial de la industria europea y ocupa hasta el 10% de la población activa en varios países, está sufriendo una importante caída en las ventas y restricciones crediticias por parte de la banca. EEUU ha concedido préstamos blandos por valor de 25.000 millones de dólares a su industria automovilística, por lo que la industria europea se considera en inferioridad de condiciones.

El presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, insinuó también la posibilidad de utilizar fondos previstos para la lucha contra el cambio climático y una parte de las cuantiosas subvenciones del séptimo programa marco de investigación de la UE para apoyar a la industria automovilística en el desarrollo de coches ecológicos.

La Comisión anunció que presentará el 26 de noviembre un plan detallado de reactivación para hacer frente a la crisis, aunque destacó que "los principales instrumentos para estimular el crecimiento y el empleo están en manos de los estados".

Por ello, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, instó a los gobiernos a utilizar todo el margen de maniobra de que dispongan en sus presupuestos para utilizar el gasto público para fomentar las inversiones, las infraestructuras, el crecimiento y la creación de empleo.

FLEXIBILIDAD Barroso y Almunia prometieron "la máxima flexibilidad" en la interpretación del pacto de estabilidad. Almunia aseguró que se permitirá una pequeña superación del techo de déficit público del 3% del producto interior bruto (PIB), si es temporal, orientada a afrontar la crisis y no implica el descontrol de las finanzas públicas.

La Comisión Europea anunció que acelerará el pago de los fondos regionales y de cohesión y exhortó a los estados a reorientar los programas hacia medidas más adecuadas para impulsar el crecimiento y el empleo.

Por otra parte, la Comisión propuso ayer a los Veintisiete elevar el techo de asistencia financiera que la UE puede ofrecer a los países de fuera de la zona euro, desde los 12.000 millones actuales a 25.000 millones, para poder hacer frente a las dificultades de Islandia y de otros países de Europa del Este.