Irlanda ya tiene el visto bueno de las autoridades europeas para su plan de rescate de la banca, pero no ha recibido un cheque en blanco. La Comisión Europea le advirtió el miércoles de que investigará las ayudas y le exigirá que se cumplan los planes de reestructuración de las propias entidades que deben acompañarlas. El Ejecutivo comunitario aprobó la inyección de 10.440 millones de euros de capital público que va a recibir el Anglo Irish Bank, nacionalizado el año pasado. Pero ha abierto una investigación sobre esas ayudas y sobre el plan de reestructuración de la entidad. También dio su visto bueno a una inyección de 2.700 millones que percibirá el Irish Nationwide.

Se trata de una aprobación por seis meses. "El Irish Nationwide necesita establecer un plan de reestructuración viable y el Anglo Irish Bank tiene que reestructurarse de manera que pueda afrontar de forma eficiente las debilidades de su antiguo modelo de negocio y asegurar un futuro sostenible sin ayudas públicas", dijo el comisario de Competencia, Joaquín Almunia.