Los sindicatos CCOO y UGT han dado un giro en materia de negociación colectiva y han cambiado el paso con una propuesta novedosa: vincular las subidas salariales a la productividad. Por primera vez en muchos años, los dos sindicatos mayoritarios van a presentar a las organizaciones empresariales CEOE y Cepyme una plataforma negociadora que no está centrada en una horquilla de porcentajes de subida de sueldos, aunque este se concretará cuando se aplique su fórmula en la negociación colectiva. Además plantean que el salario más bajo pactado en convenio sea de 1.000 euros.

Tras casi un año con la negociación empantanada, los máximos responsables sindicales y empresariales se reúnen hoy con propuestas concretas para debatir. La CEOE y la Cepyme aprobaron hace una semana su propuesta que en la parte que se hizo pública no recogía un porcentaje de subida concreto. En ella se hablaba de ligar la subida a la productividad y la flexibilidad, lo que situaría el incremento fijo en el 2% y una parte variable del 1%.

Las centrales recogieron el guante empresarial de tener en cuenta la productividad a la hora de fijar los salarios. En su opinión, desde el 2011 la productividad ha quedado por encima del salario en todos los ejercicios por lo que el margen es grande. «Las empresas llevan acumulando beneficios desde hace años mientras los salarios han permanecido iguales o a la baja», dijo Sordo.

Si se tomaran los datos del año pasado y se tratara de un convenio para toda España la subida de salarios para este año sería del 3,8%, según dijo Sordo en rueda de prensa, y se desglosaría de esta forma: 2,3% por productividad más el 1,5% por recuperación del poder adquisitivo perdido.

La plataforma sindical para negociar tiene tres objetivos: que los salarios participen del crecimiento económico que sostenidamente se está produciendo en España desde el 2014; que se recupere progresivamente el poder de compra tras la renta perdida por los recortes de la crisis, y que se mejoren especialmente los salarios más bajos.

Con un planteamiento sin porcentajes definidos la negociación es más compleja pero será cada sector o cada empresa el que negocie y acuerde los incrementos según los datos de productividad anual extraídos de la Contabilidad Nacional. En todo caso, para las centrales es imprescindible que los salarios evolucionen con los precios y su incremento sea siempre igual o superior a la inflación anual. El índice de precios de consumo (IPC) actuará pues como suelo en el que se apoye la negociación colectiva. Con este criterio para este año la subida partiría del 1,6%, la previsión de inflación del Gobierno.

Además, en el tiempo de vigencia del acuerdo (la patronal propone que sean dos años) los salarios contarían con un plus añadido, una subida adicional del 1,5% para recuperar progresivamente el poder de compra perdido desde el 2008 que, según el cálculo de los sindicatos es de siete puntos. UGT y CCOO proponen por último incluir en los convenios cláusulas de revisión salarial para que en caso de que la inflación supere la previsión del Ejecutivo se garantice el poder de compra de las rentas de los asalariados.

DATOS OBJETIVOS / Para aplicar este nuevo modelo, las centrales reclaman datos «objetivos y fehacientes» sobre la productividad que debe facilitar el Gobierno. Aunque de momento trabajan con la estadística oficial, más fácil de encontrar para grandes empresas o sectores productivos muy concretos, las centrales reclaman al Ejecutivo que remita periódicamente a las comisiones paritarias de los convenios información fiscal y de la Seguridad Social de cada ámbito de negociación empleando para ello el código de convenio colectivo que las empresas están obligadas a facilitar a la administración.

«Más de cinco millones de trabajadores tiene salarios por debajo de los 1.000 euros. Necesitamos un aumento de choque», dijo Álvarez al defender la propuesta de que ningún salario de convenio esté por debajo de esta cantidad que es «asumible» por las empresas.