La UGT comunicará hoy al nuevo ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, que está dispuesta a pactar una redistribución de los 2.311 millones de euros (384.518 millones de pesetas) de excedentes que mantiene el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) para acometer la rebaja de cotizaciones sociales prometida a los empresarios. A cambio, debería crearse un fondo que cubra las prejubilaciones de los trabajadores de pequeñas y medianas empresas y mejore las prestaciones sociales de los empleados de las empresas en crisis. La mayor parte de este superávit (1.488 millones de euros) está invertido en deuda pública.

Caldera mantendrá hoy un primer encuentro por separado con los secretarios generales de CCOO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, en sus respectivas sedes sindicales. Aunque el líder de CCOO aseguró que "no le vamos a dar empujones" y que "no se trata de una reunión de trabajo", Méndez matizó que, a su juicio, la reunión será "algo más que un mero hecho de cortesía".

El secretario de Acción Sindical de UGT, Antoni Ferrer, ya ha presentado una propuesta al secretario general de Empleo, Valeriano González, para invertir parte de los excedentes del Fogasa, de la Seguridad Social y del Inem en las reformas prometidas por el PSOE.

PARA PYMES El sindicato quiere crear un fondo que cubra un sistema de prejubilación para los trabajadores mayores de 50 años de pequeñas y medianas empresas que actualmente son despedidos y no gozan de las ventajas de los empleados de las grandes compañías.

Una de las principales críticas del Partido Popular al programa del nuevo Gobierno es que no podrá financiar las reformas sociales prometidas sin aumentar el déficit público. Para vencer esa dificultad, UGT propone usar también parte de los excedentes del Inem y de la Seguridad Social para estos fines.