El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, declaró ayer en Mérida que la diferencia que se da entre lo que se paga al agricultor por un producto y lo que se cobra al consumidores en el mercado "es una auténtica vergüenza nacional". Ramos acusó a la Administración de consentir que se especule con el trabajo de los agricultores y ganaderos "porque se limita a actuar permanentemente de notario y no hace nada con la excusa de la libertad de mercado".

A su juicio, esta libertad "no puede seguir justificando que los especuladores de las grandes distribuidoras se enriquezcan a costa de los agricultores y ganaderos por un lado y los consumidores por otro".

El líder de UPA recordó que su organización viene denunciando estas prácticas desde hace años. "Entonces nos escandalizábamos porque un producto multiplicara el precio por dos o por tres entre origen y destino. Ahora ha ido a más, y en muchos se multiplica por ocho o diez, sin que nadie ponga coto", explicó.

Como ejemplos, Ramos facilitó una tabla con datos de dos decenas de productos hortofrutícolas "que no necesitan transformación, porque las cooperativas ya los sirven envasados y preparados para ser puestos a la venta". En esa tabla figuran casos como los limones, que se pagan a 11 céntimos el kilo al agricultor y se venden a 99 céntimos, con un 900% de incremento. En cuanto a la escarola, pasa de 24 a 240 céntimos, es decir, un incremento del mil por cien. Igualmente, la lechuga pasa de 18 céntimos a 150 céntimos.

"No es cierto que no pueda hacerse nada. En Francia el Gobierno tomó medidas y la situación mejoró, así que no pararemos hasta que nuestros agricultores y ganaderos tengan un tramo más equilibrado", anunció.