Es la segunda vez que la pareja visita Barcelona. La primera fue hace 18 años, en su luna de miel. Ayer, con la nominación al Oscar por Pequeña Miss Sunshine aún caliente, no daban un paso en el congreso sin que alguien les pidiera una entrevista. Los dos presentaron el cortometraje titulado Un resbalón en el tiempo , una comedia muda rodada en un día con una cámara que filma 60.000 fotogramas por segundo (lo habitual son 24). El filme forma parte de la iniciativa Global Short Project, que ha implicado a seis realizadores del festival de cine independiente de Sundance en la confección de cine corto de calidad para móviles 3G. Estos días negociarán qué operadores distribuirán sus películas.

--La llamada cuarta pantalla, ¿creará un nuevo género cinematográfico?

--Jonathan: Tanto como cambiar la forma de hacer cine, no lo creo. Lo interesante es la audiencia potencial del producto: hay 2.000 millones de móviles.

--Valerie: Lo que está claro es que el cortometraje es el mejor formato de cine para este medio Pero una cosa es lo que queremos hacer los cineastas y otra es lo que el público va a hacer.

--¿Y qué quiere la gente?

--Jonathan: Lo más excitante es que cada móvil tiene una cámara y eso significa millones de cámaras más. Como han descubierto algunos políticos, ya nadie está seguro. Nadie puede escaparse de las cámaras de los móviles. Incluso la ejecución de Sadam se grabó y se mandó a todo el mundo. Aquí está el verdadero cambio.

--Valerie: La gente puede recibir y reenviar como en YouTube en internet. El tema es quién controlará todo esto.

--¿Alguna apuesta?

--Jonathan: Espero que ocurra como con internet y el móvil sea un medio democrático.