El 2006 y el 2007 no solo son los años en los que más empresas se han incorporado al mercado desde el 2000, sino que además la mayor parte de las colocaciones han sido rentables para los ahorradores que acudieron a la llamada de la renta variable. Ni siquiera la crisis financiera que daña la credibilidad bursátil en los últimos meses ha sido un obstáculo para que los inversores minoristas coloquen sus ahorros en la bolsa.

El año pasado, 10 compañías se incorporaron a la bolsa española. De ellas, solo tres cotizaron el pasado día 11 por debajo de su valor. Dos (Renta Corporación y Parquesol) están relacionadas con el sector con más dificultades, el inmobiliario; y la tercera, Vueling, atraviesa por una situación individual delicada. El resto suma ganancias. Del 2007, solo una, Realia, suma pérdidas.

Más de 5.000 millones de euros en acciones se han colocado en la bolsa española en lo que va de año, a lo que habría que sumar emisiones de bonos como las del Santander --7.000 millones-- para financiar la compra de ABN Amro. Y pese a la gran oferta de papel no ha quedado nada sin vender. Ni la macrooperación de La Caixa ha tenido problemas para vender los 658 millones de acciones de Criteria.

SITUACION CONVULSA "En el ánimo del inversor se mantiene la cautela y no se han olvidado las turbulencias del verano. Este tono es especialmente pesimista en el caso del mercado español actualmente", afirma Patricia García, analista de Banco Urquijo. "En este sentido, quizá no sea este el momento más adecuado para salir a bolsa. Pero cada compañía debe tomar la decisión de salir o no en función de sus necesidades", agrega.

Algunos analistas ven parecida la actual situación con la que se produjo entre 1999 y el 2000. "Al final del ciclo alcista, un gran número de empresas se apresuraron a salir a bolsa. Fue la manera de recoger beneficios por anticipado para empresas que todavía no los tenían en la cuenta de resultados", dice David Navarro, de Inversis Banco.

Pero hay dudas sobre que el final del ciclo pueda extenderse a todos los sectores del mercado. "Al contrario que en el 2000, los beneficios de las empresas aumentan y su valor bursátil es mucho más ajustado", comenta José Antonio Montero, director de renta variable europea de la gestora del Santander.

Arturo Mas Sardà, director general de Riva y García, comenta que el aluvión de papel que ha llegado al mercado está justificado. "Después de un periodo de claro crecimiento para las empresas, el siguiente paso lógico es querer salir a bolsa".

DESCENSO DE PRECIOS Los analistas opinan que incluso ahora financiarse en bolsa es una buena alternativa para las empresas. Aunque admiten que "el coste es mayor, al tener que rebajar precios para atraer a los inversores", afirma Patricia García.