La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, defendió hoy la "fortaleza" de la economía española frente a quienes, "desprovistos ya de otros fantasmas que enarbolar, no dudan en agitar ante los ciudadanos los de la incertidumbre y las crisis infundadas". La vicepresidenta clausuró hoy los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander con un discurso en el que subrayó que la "economía española sigue fuerte y sigue creciendo", un "contratiempo", añadió, "para quienes hacen de la oposición un ejercicio de irresponsabilidad".

De la Vega describió una España en la que los ciudadanos se reconocen y en la que se sienten seguros y con confianza en su futuro individual y colectivo, y afirmó que esa es la realidad que los políticos responsables deben contribuir a "afianzar". "Sin embargo, de forma muy lamentable vemos, en cambio, cómo se convocan aprensiones sobre el futuro económico de nuestro país pese a que todos los datos señalan justamente su fortaleza", afirmó la vicepresidenta, quien subrayó que la economía española "sigue fuerte y sigue creciendo".

A continuación, opinó que esta fortaleza es "un contratiempo" para los que hacen de la oposición "un ejercicio de irresponsabilidad" y para quienes, "desprovistos de otros fantasmas que enarbolar, no dudan en agitar ante los ciudadanos los de la incertidumbre y las crisis infundadas", en alusión al PP. "Es posible que para ellos sea un contratiempo que las cosas, que la economía, vaya bien -añadió-, pero sin duda es una tranquilidad para todos los ciudadanos que viven en España".

La vicepresidenta aseguró que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero está sentando las bases de una nueva etapa en el devenir de España como país, en la que la ciudadanía, consciente de la profunda transformación que experimenta su entorno, demanda nuevos derechos y mayor protección. Se trata, según De la Vega, de una etapa de modernización de las estructuras que capacite al país colectivamente para dar respuesta a los desafíos del mundo globalizado.

La economía del siglo XXI

Explicó que el Gobierno está dedicando sus esfuerzos a lograr una España "moderna, justa y abierta" y se mostró convencida de que tras las próximas elecciones generales continuará con "ese empeño". Durante su discurso en el Paraninfo de la Magdalena, la ministra de la Presidencia dijo que el Gobierno ha hecho de la modernización de España y de las políticas de vanguardia el eje central de la legislatura.

Aseguró que ya ha pasado el tiempo en el que a la política se le pedía "únicamente gestión" y describió un mundo nuevo, "profundamente complejo y en buen parte impredecible", en el que "o se toma la iniciativa o te arrastra la historia" y en el que "la política posible es la que apuesta por la modernización de la sociedad". Según De la Vega, el Ejecutivo ha introducido la vanguardia "en el modo de entender la política y en el modo de hacer política" no por "un mero afán de cambio", sino porque el mundo del siglo XXI "ha sufrido transformaciones tan profundas y tan rápidas que ha convertido en viejas todas las recetas anteriores".

La vicepresidenta dijo que llevar adelante una política de "talante profundamente modernizador" exige adoptar reformas para adecuar las estructuras del presente al nuevo entorno en el que deben seguir encontrando satisfacción las necesidades de los ciudadanos. Ése, explicó De la Vega, es el proyecto que ha puesto en marcha el Gobierno socialista durante estos años y que seguirá desarrollando tras las elecciones de marzo. "Estoy convencida", apostilló.

Precisó que el Gobierno ha cambiado "las recetas", pero no "las ideas", porque se sigue reconociendo plenamente en los ideales progresistas. "La lucha por la justicia y por la igualdad, la acción pública como promotora de un mayor equilibrio en nuestra sociedad y garante de los derechos cívicos, la solidaridad y un permanente velar por las libertades tanto colectivas como individuales siguen estando en la base de nuestro compromiso", afirmó De la Vega, quien explicó que desde estos pilares "inquebrantables" el Gobierno está proyectando una nueva forma de entender y de hacer política.

Bajo su punto de vista, ninguna sociedad puede avanzar por un mundo globalizado con gobiernos "endogámicos, ensimismados en sus propios discursos"que, una vez alcanzado el poder, tienden a prescindir de la voz de la ciudadanía. Un Gobierno del siglo XXI debe, a su juicio, saber poner a los ciudadanos en el origen, en el desarrollo y en el destino final de su liderazgo y de su gestión política.

La vicepresidenta defendió la idea de un Estado proactivo, cuya misión principal es crear una infraestructura de libertad real y efectiva para que los ciudadanos sean sujetos protagonistas de su futuro y del futuro colectivo.