La crisis de las hipotecas basura, los problemas del sistema financiero y el pesimismo de los consumidores han pasado factura al mercado inmobiliario en Estados Unidos. La venta de casas unifamiliares nuevas se desplomó un 26,4% en el país durante el 2007, hasta las 774.000 viviendas, según los datos dados a conocer ayer por el Departamento de Comercio estadounidense. Se trata del mayor descenso que ha sufrido el sector desde el año 1980, cuando las ventas cayeron un 23,1%.

El Gobierno federal también señaló que el precio medio de las viviendas nuevas se estancó durante el pasado ejercicio. El coste medio se situó en 166.965 euros, lo que supone un casi imperceptible aumento del 0,2%, el más bajo en 16 años. En el año 1991, durante la última crisis inmobiliaria que sufrió Estados Unidos, los precios sufrieron un descenso del 2,4%.