La crisis continúa pasando factura al mercado inmobiliario de Estados Unidos. La venta de viviendas de segunda mano se desplomó el pasado mes de julio el 27,2%, cayendo hasta su nivel más bajo en los últimos 15 años, lo que supone el mayor descenso desde que la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios lleva la cuenta.

Con una cifra anual de ventas de 3,83 millones de unidades, el descenso registrado el pasado julio es más acusado de lo que esperaban los analistas, y se trata del tercer mes consecutivo de caídas. El Gobierno federal puso fin en abril al programa de incentivos fiscales para la compra de viviendas con créditos de hasta 8.000 dólares.

El precio medio de venta de viviendas se situó en los 182.600 dólares (144.000 euros), el 0,7% más que el año anterior, y el inventario de viviendas disponibles asciende ahora a casi cuatro millones de unidades, el 2,5% más que hace 12 meses. Estos datos no sentaron nada bien a los inversores y fueron recibidos con caídas en la bolsa de Wall Street.