Comer es un negocio, pero haber comido mal todavía es un negocio mayor y, además, resistente a la crisis. Los productos alimenticios y medicinales pensados para perder peso mueven cada año unos 2.200 millones de euros, según cálculos de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (Fesnad), que calcula que está entre 80 y 90 euros al mes lo que gasta en estos artículos una persona en régimen de adelgazamiento. Y las cifras suben cada año. La empresa de medición de mercados Nielsen calcula que estos productos facturarán en España este año unos 224 millones de euros, el 5% más que en el 2008.

La denominación es muy amplia y da pie a malentendidos porque, bajo el epígrafe de la dietética, entra de todo. "Hay fármacos contra la obesidad, que se venden en la farmacia bajo control médico y que funcionan en el marco de una dieta; ácidos grasos que se incorporan como ayuda al control de peso; sustitutos de comidas, que pueden ser eficaces en un plan preestablecido; y luego productos de tipo milagroso, que en su mayoría son laxantes y diuréticos, que no solo son ineficaces, sino que pueden tener efectos secundarios", dice la doctora Carmen Gómez, jefa de la unidad de nutrición de La Paz de Madrid y presidenta de la Sociedad Española de Nutrición Básica y Aplicada.

La confusión es mayor si se tiene en cuenta que no siempre se venden en los mismos sitios y que están sujetos a una legislación que les impide expresamente anunciarse como productos milagros. Hay productos de farmacia, con o sin receta médica, pero también los hay en herbolarios, supermercados y cadenas especializadas de las propias marcas. Y se da el caso de que un mismo laboratorio los fabrica para distintos canales de venta. "Es el canal el que marca el criterio", aseguran en Dietisa, que controlan Bimanán y Milical (de venta en farmacias), pero también Gerblé y Piform (supermercados). Según Nielsen, serán los supermercados donde estos productos tengan mayor crecimiento: un 26% para este 2009.

TIENDAS DEDICADAS Otra fórmula de venta son las tiendas dedicadas. La mayor de estas, Naturhouse, la enseña de House Diet, en siete años ha pasado a facturar 240 millones de euros, y tener 1.350 centros asociados en régimen de franquicia para ofrecer dietas y vender sus productos, que definen como "complementos alimenticios" y no como "productos adelgazantes", asegura Félix Revuelta, fundador de la empresa, creada en 1986, que prescribe dietas gratuitamente y cobra los suplementos.

El éxito ha sido tal que otras enseñas se han sumado a prescribir dietas, como Santiveri, una empresa centenaria que opera también en régimen de franquicia en 277 tiendas. Pero esta línea de adelgazamiento supone el 20% de la facturación, que alcanzó los 59 millones de euros en el 2008.