La entrada de dinero en el sector bancario y la ausencia de datos macroeconómicos --salvo el paro español-- que recordasen la crisis permitieron que las bolsas europeas se decantasen por las ganancias y confirmaran que la volatilidad es la tendencia real del mercado. El Ibex 35 repuntó el 3,81%, hasta los 8.834 puntos, en sintonía con sus homólogas continentales que recibieron el impulso del sector automovilístico muy animado tras el nuevo plan de viabilidad.

Tras un arranque en negativo contagiado por el descalabro de la víspera en Wall Street y el mal cierre de Asia, las bolsas europeas viraron hacia el verde en una sesión en la que las inmobiliarias también estuvieron entre los títulos más destacados del mercado español.

La familia Sanahuja (Metrovacesa) anunció que cedía el 54% de sus acciones a los bancos acreedores de su deuda para no acudir al concurso de acreedores. Una decisión que permitió reanimar el sector bancario, ya que, a excepción de Bankinter, todas las entidades financieras del selectivo estaban pilladas en la operación. Popular y Bankinter fueron las únicas en rojo, con caídas del 0,17% y el 1,5; mientras que el Sabadell, que ha colgado el cartel de se vende en sus oficinas, avanzó el 5,34%. Los dos grandes bancos, Santander y BBVA enjugaron las pérdidas de los últimos días al subir el 6,5% y el 6,3%, respectivamente, lo que dio fuelle al selectivo. Ferrovial también se vio favorecida por su decisión de impugnar el concurso presentado por Hábitat, de la que es accionista, lo que le permitió anotarse un avance del 5,43%.

Además de bancos e inmobiliarias, las acciones de Iberia cerraron con un incremento del 9,47%, hasta los 2,08 euros, después de que British Airways anunciara el inicio de negociaciones para fusionarse con la aerolínea australiana Qantas. Y otros blue chips también contribuyeron a la fiesta con subidas: del 2% para Telefónica, del 5,4% para Iberdrola y del 2,66% para Repsol.