La multinacional Volkswagen (VW) ha adjudicado a la planta de Seat en Martorell (Baix Llobregat) la fabricación del nuevo todoterreno urbano de Audi, el Q3, según ha anunciado hoy el sindicato UGT de Catalunya durante la celebración de su 23° congreso.

La decisión de VW de adjudicar este modelo a la planta catalana llega después de semanas de intensas negociaciones entre el Gobierno español, la Generalitat y el consorcio alemán, que llevaba tiempo sopensando a qué planta enviar el modelo en base a criterios de costes y competitividad.

De este modo, Martorell ha logrado imponerse a otras plantas del grupo que optaban a la producción del vehículo, entre ellas la de Bratislava (Eslovaquia), la de Gyor (Hungría) o la de Audi en Ingolstadt (Alemania).

Hasta 100.000 unidades anuales

El Q3 se erige así como balón de oxígeno para Seat, en un momento especialmente complicado para la industria de la automoción en todo el mundo.

La producción del nuevo todoterreno, del que se fabricarán entre 80.000 y 100.000 unidades anuales, se iniciará en el 2011 y permitirá salvar el excedente de 1.500 puestos de trabajo que, según la compañía, tiene la fábrica de Martorell. De hecho, la plantilla de Seat aceptó en referendum la congelación salarial para conseguir el Q3 y asegurar el futuro de la planta catalana.

Negociaciones intensas

La pasada semana fue significativa en el proceso de reuniones y acercamientos para captar el Q3 en Martorell. Primero, fue el propio el ministro Miguel Sebastián que, acompañado por el conseller de Innovació, Universitats i Empresa, Josep Huguet, viajó a Alemania el miércoles para convencer a la dirección de VW del potencial de la fábrica catalana. Regresó a España sin un compromiso, pero con una oferta sobre la mesa.

Un intento que el Gobierno acompañó dos días después, el viernes, con la concesión a Seat de cien millones de euros en ayudas, con cargo a los 800 millones de euros del Plan de Competitividad de Automoción. En ese momento, no obstante, el modelo todavía no estaba asegurado, aunque tanto sindicatos como administración se mostraban optimistas.