La dirección del grupo Volkswagen (VW) mostró ayer su apoyo al presidente de la filial Seat en un momento delicado por el descenso de ventas y de producción. Sin embargo, el presidente del consejo de administración de Seat y máximo directivo de Audi, Martin Winterkorn, destacó que la mejora de los resultados económicos y de las ventas debe llegar rápidamente y comparó el reto de la marca con una carrera contrarreloj.

La situación por la que atraviesa la filial española de VW fue el tema central de la reunión del consejo de administración celebrada ayer en Martorell (Barcelona), que fuentes de Seat calificaron de ordinaria.

El apoyo mostrado por el consejo de administración, a través de un comunicado de Seat, no estuvo exento de exigencias para el equipo directivo y la plantilla. "Hemos podido constatar que Seat trabaja consistentemente en la buena dirección por lo que cuenta con nuestro apoyo a fin de lograr sus metas futuras", manifestó Winterkorn.

Pero a continuación dio a entender que ese respaldo no es un cheque en blanco al asegurar que "en un entorno tan competitivo como el del sector del automóvil, incluso los procesos de profunda reestructuración deben llevarse a cabo como si de una carrera contrarreloj se tratara, lo que significa que los primeros resultados deben llegar rápidamente".

Para lograr este vuelco en la situación en un periodo de unos nueve meses, el responsable directo de Seat dentro del grupo alemán indicó que la marca "no debe escatimar esfuerzos en el exigente proceso de cambio en el que se halla inmersa", y concretó uno de los objetivos: el aumento de las ventas.