El grupo alemán Volkswagen (VW), primer fabricante de automóviles de Europa, planea suprimir 10.000 puestos de trabajo, la mayoría en Alemania, en los próximos años para adaptar la plantilla a la producción prevista. Actualmente, la compañía produce un millón más de vehículos de los que vende.

Este anuncio se enmarca en el plan de reducción de costes que ha emprendido el grupo y se produce poco después de que el presidente de Seat, la filial española, planteara que hay 800 empleos amenazados en la fábrica de Martorell (Barcelona). En el caso de la fábrica de Pamplona, la empresa ve "difícil" incrementar la producción.

La utilización de fórmulas alternativas a los despidos, como bajas incentivadas o jubilaciones, evitarían al grupo que preside Benrd Pischetsrieder salvar el compromiso que adoptó en noviembre del 2004 de evitar las rescisiones de contratos hasta el 2011 a cambio de la congelación salarial de la plantilla.