La venta de Wachovia se ha convertido en un culebrón. El banco estadounidense anunció ayer un acuerdo de fusión con la entidad de California Wells Fargo mediante un intercambio de acciones valorado en unos 10.900 millones de euros. El problema es que el lunes Wachovia y Citigroup alcanzaron un principio de acuerdo por el cual el segundo compraba las actividades bancarias del primero. La operación fue auspiciada por la agencia pública Corporación Federal de Garantía de Depósitos (FDIC, en sus siglas en inglés) y contemplaba que Citigroup absorbería hasta 29.238 millones en pérdidas de una cartera vinculada a hipotecas de 217.223 millones de euros. El resto de pérdidas las asumiría el Estado.

Sin embargo, Wachovia se lo ha pensado y ha acabado aceptando la oferta de Wells Fargo --que logra presencia en la costa este de EEUU-- ya que, argumenta, ofrece muchas ventajas: una mayor prima para sus accionistas, la inclusión de todas las actividades de Wachovia en el acuerdo y el hecho de que no necesita la asistencia de la FDIC ni de otra agencia pública. Para Citigroup perder Wachovia es un golpe y, a su juicio, una "clara ruptura" del pacto de exclusividad suscrito entre ambas entidades. Por eso, en una nota advirtió de que puede emprender acciones legales contra Wachovia.